Sociocracia | La violencia de género
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La violencia de género

La violencia de género

Es un tipo de violencia que afecta a las mujeres por el simple hecho de serlo. Constituye un atentado contra la dignidad, integridad y libertad personal y sexual de las mujeres, independientemente del ámbito en el que se produzcan.

Hasta no hace mucho tiempo, el concepto de violencia de género formaba parte de la vida de la vida personal de las mujeres; era considerado un asunto “familiar” que no debía trascender fuera del “hogar”, y por tanto, no se debía intervenir.

Puede entenderse como “violencia de género”, cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de desigualdad, por un sistema de relaciones en el que prevalece la dominación de los hombres sobre las mujeres, que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas de tales actos y la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si ocurren en el ámbito público como en la vida familiar o personal.

Uno de los factores que ha impedido que la violencia de género se erradique, es la falta de reconocimiento como un problema social que afecta no sólo a las mujeres sino a todo el entramado social, como puede ser la violencia a los niños, a los ancianos o personas en estado de vulnerabilidad como las personas con algún tipo de discapacidad y que tiene graves consecuencias tanto en el ámbito público como en el privado.

Se han adaptado distintas formas de violencia de género con el transcurso de los años. Unas más visibles que otras, especial mención por su condición de “invisible” merece la violencia simbólica.

De acuerdo a Bourdieu, la violencia simbólica es aquella que no se mira, que se inserta en las relaciones de poder y que bajo esta condición de invisibilidad se vuelve difícil de identificar y por lo tanto resulta profundamente efectiva.

Esta violencia se oculta, sobre todo, en los discursos y la producción y reproducción de la feminidad y la masculinidad, los cuales operan en el seno de nuestra cultura.

La Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, publicada el 1 de febrero de 2007 en el Diario Oficial de la Federación, define a la perspectiva de género como: “una visión científica, analítica y política sobre las mujeres y los hombres”.

La violencia de género no tiene barreras de clase, raza, educación, cultura ni edad; es ejercida en todas las sociedades; bien en el ámbito de la familia, la escuela o de la comunidad.

Los principales factores determinantes de la violencia de género son la relación desigual entre hombres y mujeres y la existencia de la cultura de la violencia como un medio para resolver conflictos.

La existencia de la violencia contra las mujeres o violencia de género, contraviene la integración de las mujeres en la sociedad en plena igualdad de condiciones ante el hombre en las diferentes esferas de la vida económica, social, política, laboral y privada.

Desde una perspectiva de género, la violencia obedece a múltiples factores, entre ellos a un contexto sociocultural que la justifica, promueve o tolera y en esa medida contribuye a marcar la desigualdad de las relaciones entre mujeres y hombres. Los prejuicios sociales, las creencias, las ideas y las prácticas que se ostentan como naturales y como verdades incuestionables acreditan la tendencia a devaluar a las niñas y a las mujeres, y a aceptar como normal la discriminación hacia ellas. Cuando esa violencia se normaliza, es decir, cuando se vuelve cotidiana, puede potenciarse y alcanzar niveles destructivos.

En este caso, el hombre ha aprendido social y culturalmente a situarse en la posición de dominio, y ha incorporado la violencia como una forma más de relacionarse con las mujeres, para conseguir sus objetivos y para resolver sus conflictos. Sin embargo, también existen hombres maltratados que son habitualmente agredidos en forma física o verbal por su esposa, sus hijos o por quienes conviven con él, pero por el tipo de sociedad patriarcal en la que vivimos, la violentada suele ser la mujer, ya que a un varón le cuesta trabajo admitirlo.

El impacto que esta problemática genera a nivel mundial es tan grande, que organizaciones como Amnistía Internacional, señalan en referencia a la violencia de género, lo siguiente:

  • Una de cada tres mujeres en el planeta ha sufrido abusos en algún momento de su vida a manos de agentes del Estado, miembros de su propia familia o conocidos.
  • La violencia en la familia es la primera causa de muerte y de minusvalía para muchas mujeres, por encima del cáncer y los accidentes de tráfico.
  • Se calcula que hay 60 millones de niñas menos en el mundo a causa de los abortos selectivos y los infanticidios.
  • En Estados Unidos el propio gobierno reconoce que la violencia en el ámbito familiar es la mayor amenaza para todas las mujeres, más que las violaciones, los atracos y los accidentes de tráfico juntos.
  • En Rusia, 14.000 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o parientes en 1999, pero el país no dispone aún de una ley sobre violencia en el ámbito familiar.
  • El 70 por ciento de las mujeres asesinadas en el mundo lo son a manos de sus parejas o ex parejas. – La violencia en el ámbito familiar es la principal causa de muerte y discapacidad entre las mujeres de 16 a 44 años de edad.
  • El otro genocidio de Ruanda: 500.000 mujeres violadas. De ellas, muchas contrajeron el SIDA y no tienen acceso a medicamentos.

Con sustento en la información captada por la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2011 (ENDIREH 2011), de un total de 24, 566,381 mujeres casadas o unidas de 15 y más años en el ámbito nacional, se registra que 11, 018,415 han vivido algún episodio de maltrato o agresión en el transcurso de su vida conyugal, cifra reveladora de un alto índice de violencia de género, al representar cerca de la mitad de las entrevistadas.

La Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer (1993), reconoce que la violencia basada en el género constituye una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer que han conducido a la dominación de ésta última y a la discriminación en su contra por parte del hombre; la violencia contra las mujeres es uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación respecto del hombre.

La violencia contra las mujeres se entiende, entonces, como todo acto violento basado en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres, incluye las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.

Tipos de Violencia de Género

De acuerdo a la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de México promulgada en 2007, existen 5 modalidades y 7 tipos de violencia.

Si te sientes identificada con alguna de las siguientes manifestaciones, estás siendo víctima de maltrato:

 

Los tipos de violencia se clasifican de acuerdo a la forma en que es ejercida y la manera en que altera la integridad de la persona, siendo:

La violencia puede presentarse durante en cualquier edad de las mujeres.

De manera especial, la violencia laboral tiene algunas particularidades que la distinguen del resto de formas de violencia, y más aun partiendo desde una perspectiva de género.

En el lugar de trabajo la violencia, independientemente de la forma en la que se manifieste, ya que atraviesa una diversidad de contextos laborales y grupos profesionales, afecta la dignidad de las personas, es una fuente de desigualdad, estigmatización y conflicto. Se pueden distinguir tres tipos de violencia laboral: 1) Horizontal: ocurre entre compañeros de trabajo que ocupan un nivel similar en la jerarquía ocupacional, digamos, entre iguales; 2) Vertical descendente: la agresividad o el hostigamiento laboral se realizan desde una posición superior en el organigrama jerárquico. La presión se deriva de la posición dominante en el seno de la empresa, y; 3) Vertical ascendente: realizada por quien ocupa puestos subalternos respecto al jefe victimizado, suele pasar cuando se trata de una persona que viene de fuera o bien puede tratarse de un antiguo compañero al que han ascendido y no es bien visto por el resto. La violencia labora que sufren las mujeres en el trabajo, se clasifican en acoso y discriminación. El primero orientado a atentar contra la víctima a través de humillaciones y agresiones verbales, físicas y sexuales; el segundo relacionado con menores oportunidades de trabajo, salario, promociones y prestaciones. Ambos ponen en peligro el empleo de la mujer y disminuyen su dignidad personal y profesional.

¿Cómo prevenir la violencia de género?

Educar a los niños y niñas, desde las edades más tempranas, en una cultura centrada en la resolución pacífica de conflictos, fomentar la empatía y desarrollar una autoestima equilibrada, son principios que favorecen la desaparición de los prejuicios de género que se dan ya desde la escuela.

Eliminar al máximo los estereotipos transmitidos por la cultura patriarcal; por lo tanto, enseñar a ‘ser persona’ en lugar de enseñar a «ser hombre» o a «ser mujer» y así desterrar mitos como que la agresividad es un rasgo masculino, o por el contrario, la sumisión, el silencio, la obediencia… son rasgos femeninos, son objetivos de la coeducación.

Enseñarles a los niños y a los hombres a incorporar en sus vidas las vivencias y expresión de los propios sentimientos y emociones que enriquecen sus relaciones personales y así favorecer la resolución de conflictos sin recurrir a comportamientos violentos, por medio del diálogo, el acuerdo, la negociación.

¡NO ESTÁS SOLA!

Recuerda que ninguna mujer debe permanecer en una relación en la que no se sienta respetada como persona ni se le reconozca como igual.

Puedes buscar ayuda en Sociocracia A.C. donde encontrarás asesorías adecuada y especializada, donde se te informará y apoyará en las actuaciones que debes llevar a cabo.

Si aún no tomaste la decisión de salir de la situación de violencia o si ya lo decidiste pero aún convives con el agresor, acércate a nosotros.